y únicamente cuando lo hayamos perdido todo y estemos al fondo, seremos libres para actuar, como una sombra que se cuela en éste cuarto que somos tú y yo, pero que ya no somos, porque el tiempo lo voló, como aquel viento que voló la hoja en una tarde que no recuerdo, porqué está tan próxima como una letrina mal vaciada o una ventana, o no, o como algo definitivamente lejos que no recuerdo porque no apunté.
y así, libres sin serlo, nos concentraremos en un punto y lo desintegraremos y nos volaremos con él. y los puntos de referencia dejarán de existir. seremos dos extraños. el mundo lo es, y la perfección es la extrañeza de la palabra mal usada, el ikea de los complementos superfluos, el te-vendo-tú-me-compras, la interpolaridad de los extremos post passport.
y recomenzaremos,
por un azar que nace como el polvo, y por este humo,
que se crece, y se barre, y se remueve....
....los muchachos que patean balones en el parque....
....las señoras de carritos de compra....
....la suciedad de los coches....
....el libro prestado....
....el cafecito con leche que siempre odie...
....los ascensores que te giran el estómago y triplican la presión arterial me mareo si subo al taburete y definición sin esperanza para los demás.